“Por fin ha llegado el día” me dijeron por Facebook. Sin duda ante nosotros un juego que marcó un hito histórico en Argentina, que sin duda es parte de la niñez de muchas personas más allá de su nacionalidad o gustos preferentes en materia de videojuegos, este juego aún hoy nos une más allá de las diferencias y pareciera que cada persona que conozco lo ha jugado y tiene muy buenos recuerdos del mismo: Captain Tsubasa II Super Striker o mejor conocido como “Supercampeones”.
El juego lanzado por Tecmo en 1990 es la continuación del primer juego, bastante desconocido para muchas personas pero que básicamente sigue la misma estética y gameplay de su predecesor. En Argentina, Supercampeones era ciertamente un boom televisivo y el impacto fue tan grande que este juego aun totalmente en japonés era jugado diariamente por montones de personas. Mi historia personal comienza en 1991 cuando mi padre consiguió una réplica (pirata) del original pensando que se trataba de un juego de futbol “regular” (si no conocen mi pasado deportista, les cuento que solía jugar al futbol) así que cuando vimos a Tsubasa en la tapa del juego, hubo una ovación en casa. Al principio no entendíamos muy bien la dinámica del juego, que era lo que teníamos que hacer, ya que era la primera vez que jugábamos un juego de este tipo, pero una vez que aprendimos los controles básicos todo cobró sentido.
Captain Tsubasa 2 no es un juego de futbol normal, tiene cinemáticas y su ritmo nos recuerda a varios juegos RPG de la época, de hecho, considero hasta el día de hoy que Captain Tsubasa fue sin duda un RPG de futbol. Arrancamos básicamente con el equipo protagonista del animé en el pueblo de Nankatsu. Luego de ganar y vencer a personajes entrañables de la serie como Steve Hyuga, los hermanos Koryotto, entre otros, varios de ellos son seleccionados para jugar con la selección juvenil de Japón e ir al mundial. Aquí es donde comienza la segunda parte del juego, plagada de dramatismo.
Los gráficos son bastante simples, las cinemáticas por lo general son bastante repetitivas pero nos sumergen en un estado hipnótico y nos hace sentir que realmente somos parte de la historia que se está desarrollado. El apartado musical merece sin duda un capítulo aparte ya que todas las melodías incluidas en el juego son grandiosas y fácilmente reconocibles aún en estos días de contaminación auditiva. Los controles son bastante simples, todo lo iremos activando a través de menues, que al estar en japonés, son poco intuitivos. Pero aun así, la mayoría de nosotros nos arreglamos bastante bien para entender la trama y poder planear nuestras estrategias, lo cual habla bastante bien de la universalidad del deporte y de este clásico animé. Este fue el último juego de la serie en aparecer en Famicom, ya que sus continuaciones fueron directamente al Super Famicom.
En conclusión, Captain Tsubasa es un clásico indiscutido de Family Game/Famicom que ha formado parte de la infancia de muchas personas a lo largo y ancho del planeta. Como regalo adicional les dejo el password para comenzar a jugar con la selección de japón!